Los tres músicos fueron asesinados por un grupo armado que los esperó a la salida del diario El Sol de Sinaloa, donde ofrecieron una entrevista. Su representante también fue muerto en el incidente.
Los sicarios utilizaron fusiles AK-47 para dar muerte a sus cuatro víctimas identificadas como Jesús Moreno, quien tocaba el acordeón, Leo Peña, tocaba el bajo, y Mauricio Osuna, tocaba el contrabajo, así como su representante Angel Manuel Ríos Lizárraga.
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